
13 Ene Copas de vino personalizadas con mucho arte
Toda idea tiene un origen, un por qué. Nuestra historia está muy unida a nuestra pasión: el arte y la pintura. Trabajar la pintura en copas de vino busca acercaros a vosotros, el público, una manera distinta de arte, más personal, hecho a mano, y que se pudiera comprar a un coste económico. Un arte para todos que une el mundo de vino con la pintura. Una manera de contar historias diferente que se convierten en regalos personalizados y originales para regalar en cualquier ocasión.
‘Cuándo veo una copa de vino veo un lienzo’
El arte no tiene por qué ser caro, manteniendo su calidad. Siempre habíamos trabajado a la manera clásica: pintando las obras sobre lienzos o madera con técnicas como el óleo, con buena aceptación en Estados Unidos dónde vendimos bastantes de las creaciones.
Pero queríamos algo más, algo innovador y diferente que nos permitiera plasmar nuestro arte de otra manera. ¿Cuántos cuadros se puede permitir comprar cada uno de nosotros? ¿Adquirir un cuadro está al alcance de todos? La respuesta está clara: no. No todo el público, por muy interesado en el arte, y concretamente en la pintura, puede dedicar dinero a estas creaciones por mucho que les guste tal o cual obra.
Un regalo original al alcance de todos
Ohkecopas nace de la idea de llevar el arte, la pintura, al mayor público posible. Un regalo original que una calidad y belleza, pero más económico para todos los bolsillos.
Todo comienza durante una cena de amigos. Con la buena conversación en torno a unas copas de vino, fue mirar una de esas copas, que todos utilizamos, puro cristal sin nada más, y preguntarnos: ¿Por qué no aquí? Todos tenemos copas de vino en casa, que sacamos en ocasiones especiales para compartir los buenos momentos alrededor de una mesa. Es un soporte económico, el soporte ideal que estábamos buscando.
Original, sencillo, atractivo y elegante. Luego vino la fase de investigación: ¿Cómo pintar una copa de vino para que quede igual que un cuadro? Muchas voces nos dijeron que no era posible, que era una idea imposible de realizar, que nunca una pintura en copa de vino quedaría igual que un cuadro al uso. Incluso era algo estrambótico.
Como siempre sucede en estos casos, sino lo intentas no sabes si se puede conseguir. Así que nos pusimos manos a la obra, y como a persistentes no nos gana nadie, comenzamos a trabajar para desarrollar la técnica adecuada y los productos perfectos para que la particular composición de cristal nos diese finalmente los resultados deseados. Cada día, cada semana, perfeccionábamos el trabajo para quedarnos con la esencia del arte en copa de vino.
¿Qué queríamos pintar? No había que pintar cualquier cosa. Como los grandes pintores, queríamos plasmar en un espacio concreto la realidad que nos rodeaba, contar una historia en colores que llegue al corazón de quién ve la pintura. Para ello la obra tiene que participar del soporte totalmente. Decidimos que las pinturas no se quedarían sólo en el cáliz, sino que se desarrollarían también en el tallo y en la base. ¿O es que un pintor pinta sólo una parte del cuadro?
Las historias que plasmamos en las copas de vino son fruto de la conversación previa que tenemos con el cliente. Su regalo personalizado, especial, para él o para regalar, refleja lo que nos ha transmitido con sus palabras, sus sentimientos, con sus experiencias vitales. Captar esos sentimientos es la clave para después transformar esa idea previa en un regalo especial. Esa es la clave de todo el trabajo posterior.
Regalos personalizados para ocasiones especiales
Todo acaba con la entrega final al cliente. Ese primer momento que experimentan cuando ven la obra es sin duda el mejor. El más real. Todo se transmite con gestos, expresiones, sus primeras palabras. Capturar la esencia, reunir todas esas ideas y sensaciones para hacer de la copa de vino un diseño único y exclusivo que contenga lo que la persona que lo regala quiere transmitir, como la emoción que esperamos sienta la persona que lo va a recibir.
Este es nuestro trabajo. Mucha inspiración y técnica para hacer de cada copa de vino un regalo personalizado diferente, singular. Un reto que nos apasiona del que te queremos hacer partícipe. Porque el arte no es cuestión de minorías. Porque todos podeos hacer un regalo diferente para cada ocasión. Para que esa persona especial reconozca en esa pintura parte de si mismo. Con eso nos basta.
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